Alicia Benete, mejor jugadora de fútbol sala catalán
Alicia Benete, mejor jugadora de fútbol sala catalán

Con un padre y una hermana jugadores de fútbol sala parece evidente que Alicia Benete tenía que ser jugadora de fútbol sala. Pero la gavanense no se ha conformado con jugar, también ha decidido destacar en un deporte que, como tantos, está muy masculinizado. Y lo ha logrado, puesto que fue escogida mejor jugadora de fútbol sala catalana del 2021. Así se reconoció en la Gala de les Estrelles de la Federació Catalana de Fútbol. Pero, pese a los éxitos deportivos, no lo fía todo al fútbol sala y nos atiende haciendo una pausa en el estudio para los exámenes de la carrera que está cursando y que no tiene nada que ver con el deporte.

¿Qué es lo que tienes para ser la mejor jugadora catalana de fútbol sala?

Creo que he hecho una temporada muy buena, tanto con el equipo como a nivel individual. También habrá influido la convocatoria con la selección española. Además, me considero una jugadora muy vertical, que da un fútbol diferente y creo que por esa parte también ha podido venir el premio.

¿Qué tiene que ver tu padre con esa pasión?

Yo creo que es algo que llevo en la sangre ya que mi hermana mayor también juega. Veíamos mucho fútbol en casa, nuestro padre nos ponía vídeos suyos y le veíamos jugar… y al final se nos contagió un poco. Así que empezamos desde muy pequeñitas. Mi padre se sacrificó mucho por nosotras, llevándonos a los entrenos y a los partidos. Le debo mucho, también a mi madre, pero sobre todo a mi padre porque creo que tanto mi hermana como yo llevamos este gen gracias a él. Y le estoy muy agradecida porque, gracias a ese empeño, ahora puedo vivir del fútbol sala.

Más allá de la tradición familiar, ¿qué tiene el fútbol sala para que te gustase?

Aunque los deportes individuales están muy bien, el hecho de jugar en equipo, de compartir vestuario, de ayudar a tus compañeras, de estar unidas en los momentos malos… hace que sea más atractivo para mí. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo jugar con las manos que con los pies y me parece que jugar al fútbol es un reto más difícil. Aunque te digan que es ir corriendo detrás de una pelota.

También se desmerece a veces el fútbol sala respecto al fútbol 11, como si fuese más fácil…

Yo he probado el fútbol 11 y te puedo decir que el fútbol sala tiene un punto más de dificultad porque tienes que pensar mucho más rápido y no tienes tanto tiempo para reaccionar. También te exige bastante más físicamente que el fútbol 11, donde te puedes tirar diez o quince minutos sin tocar el balón y estar trotando arriba y abajo sin intervenir apenas en el juego. La verdad es que eso me aburre.

No obstante, España es una potencia de fútbol sala…

Pues sí. Se han ganado mundiales y europeos. De hecho, en marzo tenemos el femenino y yo voy a entrenar y a luchar para poder ir y ojalá podamos revalidar el título y seguir estando en lo más alto.

Las puertas están abiertas porque ya eres una habitual de la selección…

Desde que entré por primera vez en el 2020 he estado yendo a casi todas las convocatorias, creo que he fallado en dos, pero al final son decisiones técnicas. Sé que es difícil entrar, pero creo que en los minutos que he jugado he demostrado que puedo dar algo diferente al equipo, algo a lo que agarrarse cuando haya un partido que esté bloqueado. Así que voy a seguir luchando y a ver si puedo ir al europeo. Y ganarlo.

¿En qué momento te diste cuenta de que se te daba bien?

Creo que fue el año que estuve en el Rubí. Porque fue el cambio de categoría, que se nota mucho. Venía de Esplugues, de jugar en segunda división y vi la posibilidad de jugar en primera y me lancé. Y vi que podía competir, que destacaba por encima de muchas y que se daba bien, vaya. También vi que se podía salir de Catalunya, donde hay más oportunidades, también económicas, y por eso decidí irme a Madrid.

Lo malo es alejarse de la familia…

Esa es la parte más difícil, porque piensas en los tuyos: en tu familia, en tus amigos, en tus seres queridos… Y ese fue realmente el paso más duro. Pero bueno, también creces, te independizas, aprendes a vivir sola, a tener que poner lavadoras o a tener que hacer la comida.

Un poco a la fuerza, pero si funciona…

Mientras funcione y vaya todo bien, genial (ríe). Creo que irme a Leganés fue de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Allí me acogieron muy bien, me cuidaron mucho y me hicieron crecer como persona.

Además, tanto Leganés como Móstoles son nombres importantes de fútbol sala…

Cuando llegué a Leganés era un equipo recién ascendido, pero yo era una novata e hice bien en ir allí para tener minutos, poder madurar futbolísticamente y no ir a un equipo grande y acabar jugando poco. Creo que cuando eres joven lo importante es jugar y las oportunidades, si realmente te las mereces y te las has currado, van a acabar llegando. Después, cuando fiché por el Móstoles, que es un equipo más consolidado, me vino muy bien haber pasado antes por Leganés. Y ahí estamos, arriba en la clasificación y luchando para ver si podemos jugar la Final Four y ganar a liga, aunque está muy complicado.

Claro, porque te falta un título, levantar una copa…

La verdad es que nunca he ganado nada (ríe). Gané muchas de pequeña, pero a nivel nacional no he ganado nada y tengo muchas ganas de hacerlo con el Móstoles.

Cada vez se habla más de deporte en femenino ¿Cómo está la cosa en el fútbol sala?

Como en el fútbol 11, aún hay mucha diferencia entre chicos y chicas. Cada año luchamos por ser lo más profesionales posibles e intentar igualarnos a ellos, aunque está difícil. Pero nosotras no nos vamos a rendir, porque somos unas luchadoras y vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para lograr igualar las condiciones. Porque, al final, te da rabia que por el hecho de ser mujer estés por debajo de ellos.

¿Hasta dónde durará tu carrera?

Espero poder jugar cuantos más años mejor, pero al final tengo que ser consciente de que el futbol tiene un final y que no va a ser para siempre. Estoy estudiando y no veo el futbol como mi futuro, solo como mi presente.

¿Ni siquiera te ves como entrenadora, por ejemplo?

Mucha gente me lo ha preguntado, pero creo que no. No me veo entrenando, no creo que sea algo para mí. Soy muy vergonzosa y creo que no tengo ese carácter que necesita un entrenador para echar bronca, por ejemplo. Aunque nunca se sabe (ríe).

EN QUATRE DADES…

Nació en Barcelona en 1997. Hija del jugador del FS Gavà Esteban Benete, comenzó jugando en las categorías inferiores del Castelldefels, posteriormente pasó a la AE Penya Esplugues, en segunda división. En la temporada 2015-16 debutó en primera con el Rubí donde coincidió con su hermana mayor. Al año siguiente fichó por el CD Leganés. Tras un paso por Estados Unidos, donde comprobó que el fútbol 11 no está hecho para ella, fichó por el ​FSF Móstoles, su actual equipo. Además de un Ciclo Superior de Deporte, cursó estudios de Auxiliar de Enfermería en su paso por EEUU y actualmente estudia Documentación Sanitaria. Es muy del Barça, como su padre y hermana, con los que comenta habitualmente los partidos de los azulgranas tanto de fútbol sala como de fútbol 11.