Gemma Badia, alcaldessa de Gavà

Frente a la violencia machista, ninguna excusa es aceptable. No hay excusas frente a situaciones que pueden parecernos cotidianas o sin importancia pero que son violencia machista. No hay excusas frente a aquellos que niegan, minimizan o justifican la violencia machista.

Así de claro, así de contundente. Como claros, contundentes y abrumadores son los datos sobre las víctimas, y a los que deberíamos sumar los feminicidios no contabilizados y los niños y niñas que quedan huérfanos. Hablamos de 1.236 mujeres asesinadas en España desde 2003, 51 en lo que llevamos de 2023: veinte años de un drama que no cesa. Y en el último año, más de 182.000 denuncias y casi 40.000 órdenes de protección concedidas. Son las dos caras de una misma evidencia: por una lado, las víctimas, y por el otro, los caminos que nuestro sistema democrático, jurídico y policial pone a su alcance.

A todas, y también a todos, nos corresponde luchar por las víctimas y sobre todo por la prevención. Todas, y también todos, estamos obligadas a seguir fortaleciendo los mecanismos que nuestra sociedad y nuestra administración ofrecen para acabar con esta lacra. Y para evitar que se proyecte hacia el futuro. Otro dato en este sentido: algunos estudios apuntan que un 20% de jóvenes entre los 15 y los 29 años niega la violencia machista, y uno de cada tres la banaliza o la considera inevitable o aceptable. Evidentemente, no se trata de culpabilizar a nadie, y menos aún cuando son mayoría quienes entienden y condenan la violencia machista, pero debemos entender las causas y las consecuencias que comporta normalizar conductas abusivas contra las mujeres.

Frente a todo ello, tenemos en nuestras manos un mecanismo fundamental: la capacidad de movilizarnos. Para protestar, para exigir, para poner en evidencia. Para expresar nuestro dolor y nuestra solidaridad. Para aclarar que la violencia machista no es comparable con la violencia doméstica a la que algunos idearios la quieren equiparar, y así lo determinan las leyes, las sentencias y los hechos: son las mujeres las que padecen violencia de manera estructural, sistémica y desproporcionada, y las agresiones que sufren son fruto de una determinada construcción cultural que lleva a entender que los hombres pueden controlar y dominar a las mujeres.

Se trata de sumar para proclamar un rechazo indiscutiblemente mayoritario a toda forma de violencia machista, y tomar conciencia de una realidad que debemos combatir, paliar y en última instancia abolir por todos los medios posibles.

Ése el sentido del programa de actividades que organizamos entorno al 25 de Noviembre, Día Internacional Contra la Violencia Machista, y a las que os pido que os suméis. Vuestra participación es imprescindible.

 

Ya lo véis, Gavà no para. Y sumando esfuerzos, juntos la hacemos cada día mejor.