Esperar que de una guerra salga algo bueno es de ilusos, de las guerras solo pueden salir males y desgracias, todas tienen que ser rechazadas de plano y con firmeza. El dialogo debe ser el único medio válido para solucionar los problemas, para ello hace falta comprensión, ganas y humildad por todas las partes implicadas.
Cuando aparecen intereses partidistas, económicos o de otra índole la cosa ya no es lo mismo. Los intereses expansionistas o militares no tienen cabida cuando hablamos de diálogo, siempre habrá una razón para rechazarlo y, lo que es peo, una razón para justificarlo.
También aparecen los intereses internacionales y aquí ya se rompe todo, podemos empezar a hablar de ganancias o perdidas, como si la contabilidad de una empresa se tratara, nos volcamos a ganar dinero o a no perderlo y convertimos la disputa en una acción del mercado, es decir compra y venta.
¿Y las personas que están en este mercado? Como dirían los militares “daños colaterales’’.Simplemente eso, vaya pena que las personas muertas, que las personas desplazadas, que los sufrimientos de miles de personas sean solo eso ‘’daños colaterales’’.
Sé que hay otras consecuencias para las economías, pero casi siempre están envueltas de negocios, ventas de armas, acaparación de productos necesarios o cobrar más caros, los que tenemos. Los productos naturales se revalorizan o deprecian según en qué parte de la contienda estén. Y aquí también hay “daños colaterales’’, esta vez de ciudadanos que no teniendo arte ni parte en el conflicto se ven afectados en sus economías, es decir en sus vidas cotidianas, solo porque quien sea ha decidido hacer una guerra.
Y lo que es peor hablamos y firmamos cartas en defensa de los derechos humanos y las guerras se olvidan de todos, desaparecen y quedan en el olvido en aras de cualquier excusa que se quiera dar.
LA GUERRA NUNCA ES BUENA. Ahora solo nos queda poder ayudar a estas personas que, sin saber ni entender por qué, ven lo que está pasando con su tierra, sus familias, con todo aquello por lo que han trabajado toda su vida.