La crisis sanitaria del coronavirus nos obligará a realizar cambios drásticos en la movilidad urbana y metropolitana, con reducciones en el número de desplazamientos que superan el 90%, y con nuevos criterios de distanciamiento social para garantizar la salud, una situación que puede prolongarse en los próximos meses e incluso años.
Ante esta situación y con la intención de “trabajar desde ya para garantizar la movilidad de la ciudadanía de forma segura, tanto en el transporte público como en el transporte individual” la Red de Ciudades por la Bicicleta ha elaborado un Plan de Choque para impulsar el uso de la bicicleta.
El objetivo de plan es “impulsar la ampliación táctica de forma urgente y de bajo coste de las redes ciclistas urbanas y de conexión con los municipios vecinos, con el objetivo de crear espacios seguros de circulación y facilitar el distanciamiento físico, sin afectar al espacio peatonal, con ayudas específicas por parte de las administraciones supramunicipales” y propone “reabrir los servicios de bicicleta pública, ajustando la oferta a la demanda prevista, reforzando las medidas de limpieza y desinfección de las bicicletas e instalaciones y promoviendo el uso obligatorio de guantes y una adecuada higiene de manos entre las personas usuarias·.
La Red de Ciudades por la bicicleta propone también “establecer medidas de coordinación semafórica para evitar la acumulación de bicicletas y peatones esperando en los cruces”. Otro de los objetivos es “conseguir ciudades 30 y reducir los límites de velocidad de circulación de la red interurbana para evitar las conductas temerarias del tráfico motorizado y favorecer la movilidad activa”.
Entre las propuestas de la organización está también la de “facilitar espacios de aparcamiento seguro para bicicletas en locales municipales y otros espacios de fácil acceso, así como generar aparcamientos de bicicleta con estructuras de fácil instalación en los centros sanitarios, estaciones de ferrocarril y otros espacios de concentración de movilidad, sin afectar al espacio peatonal”.
El documento de la Red de Ciudades por la Bicicleta aboga también por “impulsar los servicios de ciclologística para los pedidos a domicilio, la compra de proximidad y los servicios municipales”. La Red ha solicitado al gobierno estatal y a las comunidades autónomas “la puesta en marcha de un plan urgente de ayuda para la compra de bicicletas eléctricas y mecánicas por ejemplo, 100 € de ayuda para adquirir una bici mecánica, 250 € para una bici eléctrica o electrificar una bici mecánica y 500 € para una bicicleta de carga”.
La entidad insta también a la la Dirección General de Tráfico a que agilice “la actualización de la normativa referente a la bicicleta y se adapte con rapidez a los nuevos tiempos y cambios sociales previstos, para facilitar una movilidad en bicicleta segura y poder impulsar el uso de la bicicleta como medio prioritario, tal y como está proponiendo el Gobierno”.
Respecto a las medidas de futuro el documento solicita que “en los proyectos de impulso de la economía que se promuevan en los próximos meses se contemplen específicamente los proyectos que favorezcan a la industria, a la comercialización y al uso de la bicicleta y que las comunidades autónomas y demás entes supramunicipales se elaboren planes de forma urgente para el impulso del uso de la bicicleta y contemplen medidas específicas de promoción y financiación”.
Para llevar a cabo todas estas acciones la Red de Ciudades por la Bicicleta solicita al Gobierno estatal “el nombramiento de una figura responsable de coordinar a nivel interadministrativo todas las políticas que hay que llevar a cabo de forma activa durante los próximos meses, y a todos los agentes implicados”.